¿De dónde salen las buenas ideas?

Voy a empezar con lo fácil. Lo primero que las personas piensan de un diseñador es que "se les ocurren muchas ideas". Y sí, se puede decir que los diseñadores tienen la capacidad de generar muchas ideas muy fácil.

Idear.
Formar en la mente la idea de algo, especialmente si sirve par resolver un problema o como punto de partida para un proyecto o un plan. No es lo mismo que Creatividad (crear), Innovación (crear valor de forma diferente), Estrategia (plan) o Diseño (tomar decisiones).

Para tener buenas ideas necesitamos creatividad. Creatividad es crear. La diferencia principal entre creatividad e innovación, es que la innovación tiene un propósito definido y la creatividad significa destapar la imaginación descontrolada. Creatividad es generar muchas ideas, buenas y malas, así sea viendo escenarios desde diferentes puntos de vista, descubriendo patrones o generando nuevas conexiones entre ideas existentes. Suponiendo que nos consideramos personas creativas, después de entrenar los músculos, la generación de ideas se vuelve sumamente fácil. Y, aunque creatividad e innovación no es lo mismo, la creatividad es una característica del proceso con el que se logran las innovaciones. En pocas palabras, la creatividad es flujo y es cantidad. No podemos tener UNA idea creativa. Tenemos que tener muchas ideas. Y para tener creatividad, necesitamos confianza creativa.

Los seres humanos somos personas creativas por naturaleza. Hay personas que parece que tienen la mente lo suficientemente entrenada para generar ideas. Hay tres verdades:

  1. Las ideas son en realidad conexiones que hacen las personas en la mente, y para conectar dos o más cosas, se necesita TENER cosas. Es decir, mientras más material tengamos en la mente es más fácil hacer conexiones complejas y tener ideas que aparentemente nadie más tiene. Para tener ideas hay que leer, hay que ver las noticias, hay que aprender otras historias, hay que conocer otras personas. Hay que tener los ojos abiertos siempre. Ya. Desde este momento.

  2. No se aprende cómo tener ideas. Se aprende a no prejuzgar las ideas que tenemos y matarlas antes de que salgan a la luz. Hay que saber desaprender los patrones que ya sabemos, para liberarnos de las cosas que conocemos y buscar alternativas nuevas. No se pueden tener ideas locas, sin atreverse a tener ideas diferentes a lo que parece normal.

  3. Cuando las personas se creen creativas, son. David Kelley es experto en esto y dice que la confianza creativa (la habilidad para creerse creativos) se puede desarrollar. Estoy en contra de las etiquetas y los estereotipos, pero este es un excelente estereotipo. Si te adueñas y crees la etiqueta de personas creativa, generar ideas será demasiado fácil.

Es necesario producir. Queremos cantidad. Aprovecha la oportunidad para aprender a hacer Brainstorimig como los profesionales. Antes de empezar a gritar ideas tomar en cuenta tres cosas. No diré que son pasos para hacer una lluvia de ideas. Ni siquiera voy a describir una lluvia de ideas, ya hay muchos libros al respecto. Estos son consejos de guerra:

  • El silencio es un súper poder (como la creatividad). No se escucha para contestar, se escucha para aprender. Cuando escuchas, entiendes. Y en el silencio, la mente trabaja sola. Escribe las ideas, todas. Que fluyan. Además, si es que trabajas en equipos, con el silencio te aseguras que ninguna idea se va a quedar en la mente de alguien o que ninguna idea (de las primeras regularmente) va a mandar al resto de las ideas. No todas las personas funcionamos iguales, es mejor trabajar de forma individual y regresar a compartir. Por eso las paredes con Post-It se hicieron famosas.

  • Aprender a organizar las ideas cambió mi vida. Hay ideas locas e ideas muy sencillas. Las buenas ideas son las que implican trabajo pero son alcanzables. Las ideas locas, hay que tratarlas con cuidado y no empezar a trabajar en ellas hasta que no tengamos claro al menos un camino. Las ideas locas son sueños casi inalcanzables. Las ideas sencillas son demasiado obvias, no necesitamos mucho para resolverlas (o al menos probarlas) en este momento, además muchas veces resuelven problemas que simplemente hacen ruido y nos hacen perder el enfoque. Las buenas ideas son las del medio, las que reúnen muchas ideas sencillas y las que nos acercan a los sueños. Para escoger las buenas ideas, hay que tomar en cuenta el criterio de todas las personas (y si es en silencio, mejor). Hay que escribirlas todas, describirlas y después (también en silencio) opinar sobre ellas hasta encontrar patrones.

  • Es necesario ponerse de acuerdo. De preferencia, antes de imaginarse la primera idea, hay que saber para qué y para quién. Las verdades las vamos a descubrir en el camino, pero el propósito de nuestro trabajo difícilmente cambia durante una sesión para generar ideas. Además, si este es un trabajo en equipo, hay que poner reglas antes de empezar.

En mi clase de emprendedor, retaba a los alumnos a no tener una, sino 99 ideas de negocio antes de empezar. Un poquito era el impacto que genera un número como el 99, pero el principal objetivo era darse cuenta que si podían tener un buen volumen de ideas para tener de dónde escoger después. Escoger y mejorar viene después.

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