¿Cómo establecer metas?
Para que las cosas pasen, puedes cambiar la forma en la que produces cosas, puedes cambiar el entorno, las personas con las que trabajas, puedes cambiar tus hábitos o tus finanzas—incluso puedes intentar cambiarte a ti mismo. Pero ANTES de intentar cambiar cualquier cosa, necesitas saber qué cambio quieres crear. Podrías atinarle, pero es mucho más fácil encontrar algo que sabes que estás buscando.
Haz listas de lo que quieres lograr:
Hacer listas no hace que sea más o menos posible que las cosas pasen.
Escribir las metas tampoco hace que duela más o menos cuando no se logran.
Compartir tus metas con tu círculo más cercano tampoco debería darte pena.
Puedes aprender a crear metas de corto plazo en las que te enfoques casi por completo—que sean temporales y con las que no sientas presión. Y puedes irlas sumando hasta lograr cosas más grandes. Hay muchas teorías para hacer listas de metas, seguramente las más famosas son las metas SMART (específicas, medibles, alcanzables, relevantes y basadas en tiempos). Zig Ziglar, un autor estadounidense, sugería 7 pasos:
Describir la meta
Anotar los beneficios
Anotar los obstáculos
Anotar los conocimientos y habilidades necesarias
Anotar las personas con las que trabajarás
Crear un plan de acción
Definir fechas clave
Algunos prefieren formas menos rigurosas: dedicarle demasiado tiempo y esfuerzo al plan puede ser contraproducente. También, entre más complejas las metas, el camino se hace más difícil (y las metas empiezan a trabajar en contra tuya). Y si tienes demasiadas metas, querer hacer una tras otra no va a ser suficiente.
He aprendido que si las metas no nos causan tantita emoción (incluida ansiedad, miedo, etc) no tienen sentido. Invariablemente las metas personales se van a revolver con las metas profesionales—incluso podemos tener diferentes niveles de metas. Finalmente, no tenemos tiempo, ni recursos, ilimitados: tenemos que escoger (y es preferible escoger que luchar con metas que compiten entre sí).
La mejor forma de plantearme metas, ha sido la siguiente:
Debbie Millman sugiere un ejercicio para manifestar nuestra vida en 10 años (y me encanta). Es una guía de alrededor 30 preguntas para imaginar un día de tu vida en 10 años, hasta el más mínimo detalle (quiero 2 perros grandes) incluidas las cosas que harías si no tuvieras el riesgo de fracasar (escribir un libro). Se honesto contigo y visualízate sin miedo a equivocarte.
Ayelet Fishbach sugiere un sistema de metas en lugar de un grupo de metas que puedan parecer independientes. Clasifica tus metas en grupos (por ejemplo: significado, bienestar, entorno, vida social, vida profesional) y organízalas entre sí, considerando cómo se relaciona entre ellas. Arma una línea del tiempo considerando prioridades y cómo lograr una meta te va a acercar a otra.
Revisa tu sistema de metas para que puedas enfocarte en una o dos, y entonces sí—hacer un plan más detallado (usa los pasos de Zig Ziglar, por ejemplo).
Juega con ellas: has Vision Boards, ten propósitos cada año nuevo que estén alineados a tus metas, te hobbies que te hagan explorar los límites de tus metas, ahorra.
Posiblemente así sea más fácil compartir estas metas con tu círculo cercano. Si diriges un equipo, compárteles detalles de las metas más importantes. Asegúrate de tener metas tan buenas que merezcan tu tiempo y esfuerzo—pero no tan vagas o grandiosas que te den chanza de evadirlas (o esconderte en ellas).
